Bueno, todo llega y todo pasa. Y sin darnos cuenta, enfrascadas en nuestros proyectos, de repente, llegaron las Navidades, con toda su carga de tradición y buenos deseos, alegría para algunos y tristeza para otros. Pero tal y como llegaron se han ido, dejando a unos con algún kilo de más, a otros con alivio y a muchos con nuevos propósitos para el año que entra.
Como no nos ha tocado la lotería dejaremos lo de la isla en El Caribe para otro momento y seguiremos empeñadas en lo nuestro. Peeeeeero, como decía al comienzo, todo llega y cada cosa tiene su tiempo. Así que con diecisiete años cumplidos, quien lo diría, ha llegado el momento de resetear, de re-ilusionarnos, renovarnos y empezar un nuevo ciclo.
Y en esto estamos. Hasta aquí podemos leer.
Continuará…